Rubén Darío, un homenaje a la grandeza de Nicaragua
El pasado 6 de febrero, se conmemoró el 109.º aniversario del paso a la inmortalidad de Rubén Darío, el máximo exponente del Modernismo literario en lengua española, Héroe Nacional y Prócer de la Independencia Cultural de nuestra nación. Hace más de un siglo Nicaragua vio partir hacia la inmortalidad al insigne poeta, pero su legado sigue vivo, no solo en el corazón de nuestra patria, sino en el del mundo entero.
Rubén Darío dejó una huella imborrable en la historia, no solo como poeta, sino también como periodista y diplomático. A través de su obra, plasmó una visión profunda del mundo en la literatura universal, a través de su pluma, su sabiduría y su pasión logró posicionar a Nicaragua frente a los ojos del mundo, trayendo consigo el reconocimiento internacional y la admiración por la riqueza de nuestra tierra y nuestra gente. Hoy, rendimos homenaje a quien hizo vibrar con su poesía a generaciones enteras, transmitiendo mensajes de libertad, amor, lucha social y justicia.
“Rubén Darío nos dejó un legado de poesía, legado de verdad y también un legado de lucha, porque en gran cantidad de poemas suyos está plasmada la lucha y el compromiso de luchar contra el odio, contra la guerra, de luchar contra las angustias del corazón del mundo”, mencionó en una de sus comunicaciones a la Nación la compañera Rosario Murillo, copresidenta de la República.
En este contexto, la comunidad universitaria del Consejo Nacional de Universidades (CNU) se unió al homenaje de Rubén Darío con una serie de actividades que celebran su vida y obra. Se llevaron a cabo inauguraciones de infraestructuras educativas, concursos de poesía, conferencias sobre su vida y legado, intercambios de saberes, recitales y presentaciones culturales. Además, se realizaron campañas de donación de libros, festivales, entrega de ofrendas florales y exposiciones de murales, actividades que mantienen viva la llama de su legado en las nuevas generaciones.
El 109.º aniversario del paso a la inmortalidad de Rubén Darío nos recuerda la importancia de valorar y defender nuestra identidad cultural, la cual, como él, sigue siendo un reflejo de nuestra lucha, nuestra historia y nuestras esperanzas. Hoy, más que nunca, debemos seguir transmitiendo su mensaje, manteniendo viva su poesía como un faro de libertad y justicia en Nicaragua y el mundo.
¡Que viva Rubén Darío! ¡Que viva Nicaragua!